domingo, 24 de febrero de 2013

Domingo y cadáveres exquisitos.



   El domingo es un día casero por excelencia, ya sea debido a la reclusión forzosa a la que empuja la resaca, a la gran mayoría de locales cerrados o a la depresión galopante que causa la cada vez más próxima llegada del lunes. Lo usual es reservar la mañanita para remolonear, vomitar o cagarse en todo -en su acepción más literal- pero la tarde es un buen momento para reunirse en una casa, a salvo del hostil cierzo y las familias domingueras de punta en blanco. 

   Un plan la mar de majo para una tarde de domingo con amigos es la realización de un "cadáver exquisito". Consiste en asesinar al más débil del grupo y acto seguido cubrirlo con cosas deliciosas arbitrarias, como mermelada de arándanos, champán, chocolate fundido...    Já! ¿Sobresaltado?
Lo cierto es que el nombre de Cadáver exquisito hace referencia a un juego inventado por los surrealistas en la década de los años 20.  Consiste en construir una frase o una imagen de forma colectiva, de manera que el resultado no pueda responder a la lógica y los preceptos del cerebro humano. Así dicho no parece un plan mejor que lo de untar al amigo muerto con exquisiteces, pero lo cierto es que realizar un cadáver exquisito entre varios amigos es muy entretenido y además tiene premio. El cadáver que yo os propongo llevar a cabo es una imagen colectiva -el número ideal de personas a participar son tres, pero el juego es adaptable a muchas más- para lo que tan sólo se necesita pintura -rotuladores, lápices de madera etc, mejor técnicas no húmedas para no tener que esperar al secado- y papel, preferentemente tamaño DinA3. 

   El juego consiste en doblar el papel en 3 partes horizontalmente, de manera que la primera persona en dibujar sólo tenga como lienzo un tercio del papel. Si el cadáver exquisito va a ser antropomorfo -como en este caso- es mejor contar con las proporciones previamente, y hacer las dos partes superiores algo más cortas que la inferior, que correspondería a las piernas. Para que nadie se aburra mientras otro dibuja, lo mejor es que se empiecen tantos "cadáveres" como personas participen, de forma que todos estemos ocupados y tengamos algo que llevarnos al finalizar el juego.


Cada persona, con su dina3 plegado en tres partes, dibujaría en su "lienzo" la parte superior de un cuerpo, la cabeza y el cuello, o incluso los hombros. Es muy importante que nadie vea lo que estamos dibujando, para que no se vean condicionados por nuestro trocito de cadáver. Una vez hayamos concluido la cabeza y los hombros, debemos pasarlo a la siguiente persona boca abajo, es decir, mostrando la parte donde irá el tronco y los brazos. Para que el próximo participante sepa dónde empezar a dibujar la parte de los hombros, el anterior debe realizar unas pequeñas marcas de guía en el espacio siguiente, como en el dibujo que veis a continuación. Podemos informar de si hemos concluido el dibujo con el cuello o con los hombros, para evitar cagadas varias.



   Una vez concluido el tronco, el siguiente participante pasaría de nuevo el papel al último, para que éste realizara las piernas. Aunque la estructura sea antropomorfa para que la ejecución resulte más sencilla, la gracia está en usar la imaginación y añadir elementos originales, colorear los fondos etc. Cada grupo decide cuánto tiempo e ingenio va a dedicar a su cadáver! 

  Finalizado el juego, habremos echado la tarde y tendremos varios dibujos de gran tamaño creados entre todos, una tontería que sólo precisa de un marco del chino y una escarpia para convertirse en un recuerdo de lo más molón que colgar en nuestra sala del estar (dependiendo del talento de nuestros amigos, tal vez en el baño). En todo caso, una manera de pasar el domingo -o cualquier día casero- barata y productiva, y con un poco de suerte, bastante graciosa.



Cadáver de Breton (creo que realizado tan sólo por él, muy onanista la cosa)



Cadáver "Strange girl" de los artistas Bernard Dumaine y Roberto Morales.



Cadáver la mar de surrealista a manos de Man Ray, Joan Miró, Max Morise, Yves Tanguy.


Para quiénes se lo estén preguntando, el nombre de cadáver exquisito se debe a la mezcla de palabras que inauguró este invento surrealista en su versión linguística (parece ser que por obra de Breton y Tzara) cuyo resultado fue "Le cadavre - exquis - boira - le vin - nouveau".


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